viernes, 14 de noviembre de 2008

Nueva regulación Acceso a la Universidad


En el Consejo de Ministros del 14-11-2008 se ha aprobado el Real Decreto que regula íntegramente el acceso a la universidad española.

Hay muchas novedades. Se ha refundido toda la normativa de acceso (4 normas entre RR. DD. y OM) y se ha redefinido la prueba de acceso. A mí lo más me ha llamado la atención es el desarrollo de lo dispuesto en la LO 4/2007 modificadora de la LOU (art. 42.4 añadido) a fin de permitir el acceso universitario a personas que no tienen los estudios previos necesarios.

Así, además de la clásica prueba para mayores de 25 años, se crea una vía para los mayores de 40 años que tengan una experiencia profesional determinada (v. art. 36) y otra vía para los mayores de 45 años que sin tener dicha experiencia ni estudios previos, superen una prueba ad hoc que harán las universidades (v. art. 37).

Ciertamente, con esto creo que nadie capacitado se quedará fuera de la universidad por requisitos formales. Se desarrolla parcialmente una de las directrices del EEES y de la Estrategia de Lisboa para el 2010 (convertir a Europa en la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de un crecimiento económico sostenido con más y mejores puestos de trabajo y una mayor cohesión social.): facilitar el aprendizaje a lo largo de toda la vida (el llamado LLL, Life Long Learnig).

Hasta ahora, entrar en la Universidad era algo de jóvenes o de muy mayores (aula de 3ª edad), y éstos con carácter no oficial. Sólo la prueba para mayores de 25 años paliaba algo la barrera de la "selectividad".

Pero el conocimiento -y por ende la sociedad- está cambiando continuamente y a una velocidad vertiginosa; sin formación es imposible seguir siendo competitivos veinte años después de abandonar las aulas. Nuestro sistema era demasiado rígido. Conozco personas que han aprendido un oficio trabajando y desearían realizar estudios universitarios para formalizar sus conocimientos. Pero no terminaron sus estudios de secundaria como tantos jóvenes que tienen prisa por abandonar la vida escolar e incorporarse al mundo laboral, donde inicialmente obtienen el dinero que necesitan para "sus gastos" (el cochecito, el teléfono móvil, la ropa, los viajes ...). Después, cuando se acaban los contratos juveniles y las necesidades familiares aumentan, algunos vuelven a mirar hacia las aulas. La sociedad española, y menos su universidad, no puede permitirse descartar esta demanda.

Publicado en el REAL DECRETO 1892/2008, de 14 de noviembre, por el que se regulan las condiciones para el acceso a las enseñanzas universitarias oficiales de grado y los procedimientos de admisión a las universidades públicas españolas.
(BOE 24-11-2008)

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