Aquí hay filón económico basado en la desconfianza de mucha gente. Claro que fiarse más de Telefónica que de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (por ejemplo) tiene mérito. Muchas veces pienso porqué se cree -falsamente a mi entender- que lo privado es mejor que lo público. Acaso es que las administraciones públicas no saben vender sus servicios.
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