Pero, por lo que se ha publicado, creo que más que formación lo que le faltaba a esta empleada pública era sentido común. Lo normal hubiera sido que preguntara lo que no comprendía, aunque así podría descubrir su falta de aptitud para ese trabajo y perderlo. Claro que eso no justifica que se publique el nombre y apellido de la funcionaria sin haberse resuelto ningún tipo de expediente disciplinario. Me huele a cabeza de turco. Reproduzco un extracto del artículo de prensa.
Una funcionaria interina, que jamás había trabajado en un juzgado y que carecía de las más mínima formación jurídica, tramitaba la mitad de los asuntos de violencia machista del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Esa mujer, que según la Inspección del Poder Judicial desempeñaba sus funciones "con gran falta de diligencia", retuvo durante cinco meses varias peticiones de prisión provisional de Sylvina Bassani contra su ex marido -que la asesinó el pasado 10 de abril- sin informar de ello. Por ese y otros errores, la titular del juzgado ha pedido a la Comunidad de Madrid su destitución.
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